La primera vez que oí el nombre de esta escritora fue en la feria de Las Palmas del año pasado. Los libros de Sanmao, nacida Maoping Chen (1943-1991), de coloridas portadas, editados por :Rata_ llamaban poderosamente la atención, o me la llamaban a mí que no podía desprenderme de su historia contada por Ángeles Jurado, en nuestras paradas entre puesto y puesto de la Feria.
Sin embargo, lo anterior no es cierto. Lo era en aquel momento, cuando Ángeles me hablaba y yo creía que era la primera vez que escuchaba contar la historia de una escritora que había adoptado al escribir el nombre de un personaje de cómic chino como seudónimo, y que había vivido en Madrid y en Telde – Gran Canarias- utilizando otro nombre: Echo Chen. Pero sus libros, escritos en chino, habían comenzado a ser traducidos en 2016, a castellano y catalán, y desde ese momento ya habían levantado curiosidad, apareciendo en diversos periódicos y revistas. La “conocía”, me “sonaba”, es cierto, pero lo que no había hecho era “reparar” en ella como en aquel momento. Leer Más
Zahra Hasnaui es heredera de la rica tradición oral de los hombres y mujeres saharauis, que se pierde en la noche de los tiempos. Es integrante de la Generación de la Amistad, el grupo de escritores saharauis que crean en español, segunda lengua de los saharauis. Es el idioma elegido por ellos como herramienta de creación, porque como dicen “piensan, hablan, sienten, sueñan y escriben sus poemas” también en el idioma de la metrópoli, el único legado que dejó España tras cien años de colonización, vehículo de relación con los pueblos de España y Latinoamérica con quienes tienen un pasado común. Leer Más
Casualidades. Puede ser. Llevo varias semanas inmersa por varios costados en torno a la literatura africana y el papel que en relación a ella la mujer ha desempeñado y tiene en la actualidad.
Sin embargo, he de decir que desde que comencé mi andadura literaria-africana con este blog una y otra vez me he tropezado con escritoras que afirmaban que su primera escuela literaria había sido el fuego. Alrededor del cual sus madres, sus abuelas, les contaban relatos del pasado y del presente. La mujer fue la gran portadora de la palabra en el continente africano, pero cuando se dio el paso a la letra escrita, sus voces quedaron silenciadas por diversas razones (falta de acceso a la educación…) en favor de la de los hombres.
Muchas de aquellas niñas señalan estos relatos contados al calor de la hoguera como primera fuente literaria y una poderosa razón por la que, una vez adultas y en otras circunstancias diferentes, se convirtieron en escritoras.
A Ana Cristina Herreros y a Daniel Tornero, los principales artífices del libro que hoy os traigo, les gustan los libros bien hechos. Esto es algo que siempre se nota y se agradece. Ya en El dragón que se comió el sol y otros cuentos de la Baja Casamance dieron muestras sobradas del interés que sienten por la cultura africana, por la literatura oral y por la importancia del proceso de recuperación de historias y relatos que han ido pasando de generación en generación. Así, aquel libro es una maravilla de contenido y forma.
De nuevo han querido recorrer e ilustrar los caminos recogiendo voces que nos invitan a seguir oyendo trozos de sus vivencias e historia. Y esta vez lo han hecho desde los campamentos de refugiados del Tinduf (Sáhara Occidental). Así, mientras una recopilaba y se sumergía en la tarea de escribir los relatos que las ancianas querían contarle, el otro trabaja con los niños y niñas para conseguir ilustraciones delicadas y llenas de significados. Tornero realizó varios talleres tanto dentro de las actividades del FiSáhara como en varias bibliotecas Bubisher.
Ana, la encargada de los textos, fue grabando estas narraciones en su lengua original hassanía para después adaptarlas y traducirlas de la manera más fiel posible gracias a la labor de un grupo de traductores. Algunos de los audios se pueden escuchar en la página web de la editorial.
En la “hoja de ruta” de Los cuentos del erizo Ana (que cambia su apellido por el de Griott, en lo que es toda una declaración de intenciones) afirma lo siguiente: “Son fundamentalmente las mujeres saharauis las que en las noches de antaño, noches sin televisión, convocaban a la familia en torno a ellas y contaban los cuentos y las historias que ellas habían oído de labios de sus madres, tías o abuelas. Son ellas las que conservan la memoria de un pueblo nómada dedicado al pastoreo, son ellas las que transmiten los valores que hallamos en su rica tradición oral: que el cuidado del otro es la única fuerza que nos permite sobrevivir en un mundo hostil, que el amor a la familia es el mayor tesoro que uno puede tener, que la tenacidad y la inteligencia son más poderosas que la fuerza…”.
Junto a los cuentos aparecen hermosos collagesy dibujos realizados con henna, con colores muy unidos a la tierra y apenas unas trazas de color azul.
Ilustración en henna.
El erizo, que incluso da título a este libro, es un animal que se encuentra con frecuencia en el desierto del Sáhara. “El Ganfud (el erizo), es el más listo de los animales”, nos recuerda el escritor Bahia Mahmud Awah. Y Ana Griott añade: “Muchos niños, en lugar de gatos, tienen erizos como mascotas. Y sobre todo porque es un símbolo (o arquetipo) de la resistencia del pueblo saharaui. Es un animal pequeño, con púas, que con su inteligencia y su tenacidad consigue vencer a leones y lobos. Es el cadí, el juez, el que consigue con su capacidad de razonar, y de resistir, que la justicia se restituya.”
Junto al erizo, aparecen otros personajes como Chertat (o Shertat) que solo existe en los cuentos saharauis y es el personaje más conocido de los relatos orales. “Nadie saber decir cómo es, hay quien dice que es peludo como un oso, otros dicen que tiene la cabeza muy grande, es en nuestra tradición oral Jaimito o los de Lepe. Por su aspecto peludo y cabezón yo diría que somos nosotros, el extranjero”, comenta Ana. Además están “Yuhaa que es un personaje típico de todas las culturas mediterráneas: en Sicilia se llama Guifà, en Turquía es Nasrudin, en el norte de África es Yehaa. Es un personaje un poco clown, porque su sabiduría radica en su inocencia”- afirma Ana y añade: “Hay además muchos cuentos con protagonistas femeninas y en los cuentos de animales, el hombre es el antagonista de los animales que protagonizan la historia, pero las mujeres son seres que conviven con los animales, como en El erizo, el burro y el carnero, que, por cierto, parece Los músicos de Bremen”.
A través de estos cuentos se enseña que el “cuidado mutuo es lo que nos salva” y algo tan sabido pero tan olvidado como que “la unión hace la fuerza”, nos comenta Ana. Ella, una apasionada de la cultura oral, nos invita a escuchar con atención, mejor si lo hacemos de noche en medio de un descampado cubiertos solo por el cielo, voces que nuestra cultura ha insistido (insiste) en silenciar. Las primeras las de la Baja Casamance (Senegal) y las segundas (que sabemos no serán las últimas) las de las mujeres del Sahara Occidental. Libros-joya. Altamente recomendables ambos.
Los cuentos del erizo.Editorial Libros de las Malas Compañías., 2017. Textos: Ana Cristina Herreros e ilustraciones: Daniel Tornero. “Todos los libros de la colección Serie Negra estarán vinculados a un proyecto solidario en la zona, que apoyaremos con la venta del libro y que podréis seguir en esta página web”. Email: info@librosdelasmalascompanias.com
Jaimas, jaimas, se alzaron en Gdeim Izik. Jaimas, jaimas, desafiaron al colono y retumbó la epopeya allá donde fuere. Se dijo, de una vez por todas: El Sáhara no se vende. “El grito de Gdeim Izik”-Chejdan Mahmud
El 10 de octubre de 2010, cientos de ciudadanos saharauis abandonan las ciudades ocupadas de El Aaiaún y Bojador y “montan un campamento de protesta”. Días después el campamento crece y alberga a cerca de 20.000 personas. Tras un mes, las autoridades marroquíes deciden intervenir y desmantelarlo por la fuerza. Dos años después, Noam Chomskyexpresó en una conferencia lo que otros expertos también compartían; que la primavera árabe había comenzado en Sahara Occidental, en el llamado campamento de la dignidad: Gdeim Izik.
Mientras la mayoría de la opinión internacional señala a Túnez como el primer estallido de las revueltas que se sucedieron en el norte africano, varios académicos y periodistas contemplan la idea de que fue en el territorio ocupado por Marruecos donde había surgido la mecha. Es cierto que la reivindicación saharaui contiene en su interior un elemento nuevo del cual carecen el resto de los países del norte de África, el derecho de autodeterminación, pero también lo es que el campamento tuvo un componente de reivindicación de “tipo social y económica” (Yolanda Sobero), señalar que el Frente Polisario no estaba allí, “son ciudadanos que viven una situación tremenda”. Se trató, en último término, de una revuelta pacífica, no violenta, como tantas otras más conocidas que se han ido produciendo, cabe mencionar como ejemplo las de Gandhi o Luther King. En este reconocimiento, una vez más, el pueblo saharaui vuelve a ser víctima del olvido.
El objetivo era expresar y visibilizar su rechazo hacia una política marroquí que les negaba sus derechos sociales más básicos, tales como el trabajo, la vivienda o la cobertura sanitaria, entre muchos otros. También se pedía el fin de la explotación de los recursos naturales del territorio ocupado, principalmente la pesca y los fosfatos, ya que no beneficiaba económicamente a la población saharaui. [Saharathawa]
En la parte final del libro encontramos una cronología de lo ocurrido en 2010, pero antes vamos leyendo diversas piezas, todas con claro objetivo de denuncia, pero también como vehículo de exteriorización de los sentimientos que se produjeron, sobre aquellos días en concreto que parecen englobar un inmenso “hasta aquí hemos llegado” en la situación que soporta el pueblo saharaui.
La literatura como vehículo de expresión y de búsqueda de la verdad se dan cita en esta obra. El catedrático Carlos Ruiz Miguel escribe de manera certera sobre lo que puede suponer el arte y la poesía en estas circunstancias: “este libro puede acercarnos a la comprensión de aquel fenómeno mejor que con otros medios”.
Los relatos contextualizan y aclaran, los poemas nos invitan a acompañarles en sus sentimientos más profundos, en su deseo de ser reconocidos. Lejos de ser una poesía “panfletaria”, bajo diversos estilos desde los de estructura más sencilla hasta los de factura más compleja y cuidada, los poemas componen un entramado vital de un puñado de vidas que quieren exponer lo sentido, lo pensado y lo tragado en clave de denuncia, como no podía ser de otra manera, pero también como vía de transmisión de sus cuestiones individuales más íntimas tratando a la vez de hacer eco en nuestra conciencia.
La voz inocente de un niño, es culpable de la muerte, culpable del odio de los verdugos, de la ausencia de su ciudad. Culpable que entierren su voz para siempre ante el silencio cómplice de la indiferencia. Dirán que la bala atravesó su cuerpo, atravesó su alma y desgarró su corazón. Una vez más culparán a su madre, a su hermano, a sus amigos. Y al final los vasallos, encerrados en la ignominia del delito, culparán al niño saharaui de su muerte. “Culpable”-Ali Salem Iselmu – Poema dedicado a Nayem Elgarhi, menor saharaui asesinado por disparos de la policía marroquí cuando intentaba acceder al campamento de Gdeim Izik.
La primavera saharaui: escritores saharauis con Gdeim Izik – Editorial Bubok, 2012. 138 págs. [Antología de Conchi Moya. Autores: Abdurrahaman Boudda, Ahmed Muley Ali Hamadi, Alí-Salem, Bahia Mahmud Awah, Chejdan Mahmud, Larosi Hadar, Limam Boisha, Mohamed Salem Abdelfatah, Mohamidi Fakal-La, Said Beilal, Saleh Abdalahi, Salka Embarek, Sukeina Aali-Taleb y Zahara Hasnaui]. También en formato e-book.
En fechas recientes se ha celebrado, en el Centro Panafricano y Centro de Estudios Panafricanos, un encuentro que ha congregado a una serie de artistas, periodistas, cineastas, blogueros, africanos y afrodescendientes. Y también de escritores que han visto sus obras publicadas en fechas recientes. Entre ellos un saharaui, Bahia Mahmud Awah, antropólogo, poeta, escritor, fundador del proyecto informativo cultural Poemario por un Sahara Librey uno de los artífices de la formación del grupo de escritores saharauis denominado la Generación de la Amistad.
“Los africanos hemos sido ninguneados en la literatura colonial. Nuestra cultura oral, nuestra memoria y la contenida en manuscritos de sabios y eruditos tienen un enorme desfase con lo reflejado en la bibliografía colonial”. (Bahía M. Awah)
Este movimiento cultural, que surgió en julio de 2005 en Madrid y también desde los campamentos de refugiados, empujado por el esfuerzo de varios intelectuales españoles, es “la primera generación de escritores del Sáhara Occidental que tomó la decisión de constituirse oficialmente como grupo literario”, tal y como nos informa Conchi Moya en el libro Literaturas hispanoafricanas: realidades y contextos, colectivo que además “ha conseguido publicar libros con cierta regularidad”.
Ellos mismos se definen como “Un grupo de poetas saharauis que pretenden transmitir el sufrimiento de su pueblo, unidos por historias de pastores que se perdieron persiguiendo sus sueños tras una nube” y resaltan que “La intención de esta iniciativa es destacar la importancia de la cultura en cualquier lucha, esta es una de las mejores representaciones que podemos dar al exterior para dar a conocer quiénes somos.”
Inspirándose en la Generación de poetas del 27, pero también en la poesía saharaui en hasanía, ya han publicado varias antologías, entre las que se encuentran: Añoranza (2002);Bubisher, poesía saharaui contemporánea (2003), Las voces del viento (2014), o la que ha visto la luz este mismo año bajo el título Generación de la amistad, que se edita en bilingüe: castellano-francés. El colectivo cultural lo forman un puñado de poetas que viven dispersos por el mundo: Limam Boisha, Luali Lehsan, Saleh Abdalahi Hamudi, Chejdan Mahmud, Ali Salem Iselmu, Zahra Hasnaui, Bahia Mahmud Awah, Sukeina Aali-Taleb Fernández y Mohamed Abdelfatah Ebnu, entre otros.
Sus obras hablan en castellano, lengua que nunca han considerado colonial o de imposición, ha sido un patrimonio lingüístico que han incorporado a su propia cultura e identidad. Muchos piensan en los dos idiomas, castellano y hassanía, y expresan con ellos la nostalgia del desierto, el olvido, el expolio, la ocupación, el exilio y el abandono. También la reafirmación de su identidad, no en vano vivieron su infancia en el desierto para verse después exiliados: en los campos de refugiados, en las tierras de acogida a donde llegaron más tarde, y se sienten urgidos a reivindicar lo que son, saharauis. A todos ellos les une su amor a la poesía y la lucha para que la cultura y el pueblo saharaui no se sumerjan en el olvido.
Son capaces de innovar, de crear incluso nuevos géneros, como afirman ha realizado Limam Boisha, autor de Ritos de jaima, que “casi inventa un género nuevo, la “antropoesía”: poesía para escudriñar el alma de un pueblo”. El libro fue, además, el primero del sello editorial Bubisher (la red de bibliotecas y bibliobuses que se puso en marcha en 2008) y los beneficios de la venta del libro van íntegros a sostener dicho proyecto.
Sobre él escribe Javier Reverte en el prólogo, “se trata de un libro que no se parece a ningún otro”.
Están siempre dispuestos a denunciar, tal y como hicieron con La primavera saharaui. Escritores saharauis con Gdeim Izik, un conjunto de poemas y relatos escritos en aquellos días en los que se produjo el desmantelamiento de manera brutal y siniestra del Campamento Gdeim Izik, el Campamento Dignidad, a las afueras de El Aaiún, en noviembre de 2010.
Así, de la vida en el desierto se pasa a la rabia e impotencia frente a la injusticia. No en vano son escritores de un territorio al que se le sigue negando presente y futuro. Adentrarse en sus obras es hacerlo en las mismas arenas del desierto. Es recobrar los tiempos de la infancia, la libertad del juego, las alegrías y penas cotidianas que depara el monótono y fantástico devenir de los días, los recuerdos imborrables, y sumergirse después en la guerra, la injusticia y la opresión. Son “auténticas expresiones poéticas desde lo histórico o desde lo personal” que nos interpelan y conmueven. Teniendo siempre como fondo de este escenario lamentable, la dignidad de un pueblo que no se rinde, la necesidad de un pueblo de reivindicarse. La poesía como arma de batalla. La palabra en verso, tan próxima a esa oralidad africana, que nos atraviesa sin remedio, viene, gracias a ellos, a trasladarnos a una cultura que quiere ser oída, respetada y compartida.
Nota: Se pueden leer fragmentos de las obras de estos autores en la Biblioteca Africana Digital Miguel de Cervantes, aquí
El escritor Binyavanga Wainaina sufrió a finales del año pasado un derrame cerebral y se inició una campaña a través de la plataforma M-Changa para sufragar los elevados gastos que conllevaban su tratamiento (en la actualidad se encuentra en la India). Es un ejemplo de cooperación colaborativa o crowdfunding a través del cual muchas personas tratan de hacer realidad proyectos para los que carecen de financiación. El continente africano también se ha abierto a utilizar este marco para llevar a cabo proyectos creativos (películas, documentales, tecnología, música, diseño…) algunos en forma de libros.
A través de diversas plataformas [StartMe, FundFind y ThundaFund (Sudáfrica); Funda Solva, HelpFund y Imeela (Nigeria); M-Changa (Kenia), Akkabo (Uganda) o SlizeBiz (Ghana)] personas anónimas y no tan anónimas buscan llamar la atención sobre sus ideas y conseguir la tan ansiada financiación que las pueda llevar a cabo.
#LoveAfricanLiterature
Afrikult.comes una plataforma online que analiza, explora y celebra las letras africanas. Tres amigos que aman la literatura del continente se unieron para tratar de conectar con más personas a las que también les apasiona lo mismo. En la actualidad han terminado con éxito una campaña de crowdfunding para promover la diversidad de las tradiciones africanas y darlas a conocer a través de la celebración de una serie de eventos en los cuales las personas se conozcan, se relacionen e intercambien.
Puerto de Dakar , puerta de África Occidental. Una historia económica de Senegal (1857-1957) “analiza el proceso de transición económica de Senegal y su adaptación a las dinámicas de la globalización a través de las infraestructuras del transporte”.
Obtuvo los apoyos y el libro ha sido editado por Vereda Libros en formato de libro electrónico y pdf.
Verkami
Por Verkami ha pasado también de manera exitosa la búsqueda de financiación de la revista 5W “una publicación de crónicas de larga distancia, centradas en el ámbito internacional y con una apuesta radical por la narración y la imagen. La edita el Colectivo 5W, fundado por Xavier Aldekoa, Mikel Ayestaran, Igor G. Barbero, Maribel Izcue, Agus Morales, Pablo R. Suanzes, Anna Surinyach y Quim Zudaire, con la colaboración de una red de periodistas y fotógrafos desplegados en varios puntos de África, América, Asia, Europa y Oriente Medio.”
Pero lo que más me ha llamado la atención es el alto número de publicaciones sobre / desde El Sahara que Verkami contiene.
Tiris, rutas literariases el trabajo que podremos leer de Bahia M.H Awah ya que el escritor saharaui sí terminó con éxito su objetivo económico. Una auténtica ruta literaria siguiendo, según sus propias palabras, los pasos de leyendas aún vivas en esta mítica región del verso y la erudición saharaui.
Enel libroLiteraturas hispanoafricanas: realidades y contextos (Ed. Verbum, 2015) se lee que el listado de mujeres escritoras que, dentro de esta literatura, tienen al menos una obra publicada se reduce a nueve nombres: Raquel Ilombé,María Nsué, Guillermina Mekuy, Remei Sipi, Victoria Evita Ika, Tanci, Paloma del Sol, Agnés Agbotóny Céline Magneché-Ndé y que esta menguada cifra se eleva a cuarenta nombres si incluimos a aquellas escritoras africanas en otros idiomas que están traducidas al castellano. Quizás aumentaría un poco más si añadiéramos a aquellas que han elegido el catalán (gallego o euskera) para expresarse por escrito, como lo hace Laïla Karrouch.
El dato no hace sino confirmar una realidad: hasta la fecha se ha publicado en castellano muy poca literatura escrita por mujeres africanas. Pero, además, apenas llega información sobre ellas. Ante lo cual podemos hacernos algunas preguntas: ¿ocurre porque no existen escritoras africanas de calidad?, ¿o es porque la literatura africana en general interesa poco y la escrita por mujeres aún menos?.
Lo cierto es que, a pesar de los esfuerzos que se están realizando, el mundo editorial nos acerca la actualidad literaria africana con cuentagotas, mientras se nos ponen los dientes largos al llegarnos noticias, gracias a la red de redes, de la dinámica actualidad literaria del continente. Porque más allá de los libros que acaban en nuestras librerías,nos llegan informaciones de mujeres africanas que escriben, publican y tienen éxito, dentro y fuera del continente, sin que aquí apenas se pueda tener la oportunidad de conocer su obra, sus inquietudes, su visión de la vida o su pensamiento, excepto si se hace en la lengua en la que escriben. Y hablamos de literatura, donde géneros como la poesía apenas arrojan algún saldo positivo, y sin adentrarnos en el mundo del ensayo escrito por mujeres, en donde el panorama viejo y actual directamente te mira a la cara y te suelta: “¿pero qué andas buscando, ilusa?”.
Si algo vamos aprendiendo es que hay muchas literaturas dentro de las áfricas. La editora de este libro y profesora en la Universidad de Cádiz, Inmaculada Díaz Narbona, que lleva metida en esto desde el 82 (y “esto” es el estudio, la enseñanza y la difusión de la literatura africana) lo sabe de sobra. Las literaturas hispanoafricanas, aún tan desconocidas, son una de ellas.
A través de este libro se asume la tarea de dar a conocer un nuevo panorama e indagar, a través de 15 artículos de otros tantos especialistas, sobre aquellos autores, originarios o procedentes del continente africano que, por diversos motivos o por elección, han preferido escribir en castellano, catalán o gallego. No se llega a nombrar a ninguno que haya optado por el euskera y yo misma, a pesar de andar investigando, no he encontrado “de momento” ningún nombre. Además, el libro amplía su visión al profundizar en la recepción de los libros que, escritos en otras lenguas, se han traducido aquí.
Donato Ndongo
Uno de los pilares, que no el único, sobre el que gira gran parte de los textos del volumen tiene como protagonista a la literatura Guineo-ecuatoriana. Recuerda el escritor Donato Ndongocómo se le acusó de inventar una literatura nacional inexistente cuando publicó en 1984 la primera Antología de la literatura guineana y cómo ahora mirando hacia atrás sabe que acertó. Con aquella obra inició su trayectoria literaria que se cimenta en la denuncia y el compromiso. Señas de identidad de un escritor humano, demasiado humano, y que se desparraman por sus novelas Las tinieblas de tu memoria negra (1987), Los poderes de la tempestad y El metro (2007) analizadas por Natalia Álvarez que nos hablan del pasado y presente del continente, “Tal como expresa Ndongo-Bidyogo en alguna de sus composiciones poéticas, el escritor llora su tierra y describe la triste historia de su mundo. De ahí que en el conjunto de su obra nos transmita su conciencia ética, su pretensión de hacer conocida la realidad africana y guineana” (pág. 41)
Junto al análisis de la obra de Ndongo, el libro contiene también el de las obras de César Mba Abogo, considerado “como la gran esperanza de la nueva literatura guineana” tras publicar El porteador de Marlow, de la mano de Lola Bermúdez.
Otro trabajo esel dedicado a las cartografías sexuales de las obras de Guillermina Mekuy y Agnés Agboton, que suscribe Asunción Aragón Varo, desde la visión más occidentalizada de la primera, hasta los cuentos recopilados de Zemi Kede de la segunda que “ofrecen nuevas maneras de repensar qué es lo erótico desde una mirada distinta, profunda y “extraña” (pág.63).
Precisamente sobre Guillermina Mekuy, una escritora cuya novela El llanto de la perra tuvo un recibimiento rodeado de polémica, escribe también Victorien Lavou Zoungbo. Él mismo hace mención a la reseña que escribió en su día Marta Sofía López, quien en una entrevista con Mischa G. Hendel (2008) opinaba de esta manera sobre la obra “podría ser de Guinea Ecuatorial y podría ser de Kuala Lumpur. No hay ningún tipo de referente al contexto histórico o político de Guinea Ecuatorial“. En este sentido explicaba que “si pretendes venderte como escritora de Guinea Ecuatorial, y cuando menos en El llanto de la perra en la contraportada se hace ese referente, luego no puedes sustraerte a este peso de la historia. No puedes escribir sobre un país más o menos utópico en el que el único gran problema es que las niñas de clase bien no pueden conseguir telas bonitas para su vestido de la primera comunión”. Victorien Lavou, en contraposición, quiere resaltar la disputa del referente Guinea Ecuatorial (en el caso de la novela de Mekuy)/África: “conste que lo que está en juego es la idea del África construida por unos sujetos colectivos desde distintos lugares de enunciación y desde historicidades y compromisos contradictorios” (pág.231)
Mención aparte merece el texto que firma Justo Bolekia Boleká, quien nos invita a hablar de poesía realizando un repaso extraordinario desde los poetas “anónimos” de la tradición oral hasta los más contemporáneos (entre los que señala a Juan Tomás Ávila Laurely a Recadero Silebo Boturu) quienes “carecen de unas mínima promoción a nivel político-cultural (reconocimiento del escritor), socioeconómico (empoderamiento del escritor y poeta) etc… (pág.100).
Para conocer la literatura que se escribe en castellano desde Marruecos recomiendo asomarse al blog del escritorSergio Barce, en quien Enrique Lomas López rastrea la “búsqueda identitaria en la escritura de uno de los autores más paradigmáticos de esta literatura intersticial que se sitúa entre el norte de África y el sur de Europa” (pág.271).
“Marruecos: poesía y narrativa social e independentista escrita en castellano”, es el texto que firma el escritor Cristián H. Ricci (autor de ¡Hay moros en la costa! Literatura marroquí fronteriza en castellano y catalán,Editorial Iberoamericana, 2014) que le lleva en su recorrido por los escritores marroquíes en castellano desde Sabbag hasta Azzuz, afirmando “que, salvo contadas excepciones, la literatura marroquí en castellano ha progresado cuantitativa y cualitativamente, con un contenido temático genuinamente marroquí que no difiere en nada del resto de la literatura nacional contemporánea” (pág. 143).
Continuando por el norte africano, de los escritores magrebíes que han abrazado la escritura en catalán nos informa Josefina Bueno. Inmigrantes de segunda generación como Laila Karrouch, Najat El Hachmi o Said El Kadaoui que “son ejemplos de cómo la literatura está contribuyendo a redefinir las identidades en un contexto marcado por el transnacionalismo, donde los refugiados, los exiliados y los migrantes están transformando los paradigmas de las literaturas nacionales” (pág.129).
Otra de las literaturas de las que se habla en el volumen es la que viene del Sáhara, de la que se encarga Conchi Moya. La Generación de la Amistad surgió desde los campamentos de refugiados, como “la primera generación de escritores del Sáhara Occidental que tomó la decisión de constituirse oficialmente como grupo literario (pág.312) y “que ha conseguido publicar libros con cierta regularidad”. Sus obras hablan en castellano sobre el olvido, el expolio, la ocupación, el exilio y el abandono.
Pero, como he adelantado al principio, el libro contiene además otros cuatro textos que tratan otros cuatro temas interesantes. Tanto la literatura africana anglófona (sobre la que escribe Maya G. Vinuesa) como la literatura africana francófonoa (Claudine Lécrivain) y su posterior traducción al castellano y recepción, por el público y por el mundo editorial, son sometidas a estudio. Lo mismo hace Blanca Román con la literatura hispanoafricana y con la que deriva de los mundos de la traducción escrita por mujeres africanas, con la que guardo idéntica esperanza de verlas en el lugar que se merecen.
Inongo-vi-Makomé
Por último, Inmaculada Díaz Narbona nos ofrece una monografía para la reflexión (no en vano lo cierra con una interrogante que deja en el aire) al enfrentarnos a la literatura testimonial africana que utiliza alguna de estas lenguas como vehículo. Un corpus de obras que tienen como principal característica el querer contar la historia, sus historias. Desde Calella sen Saída escrita en gallego por el camerunés Víctor Omgbá hasta Más allá del mar de arena de Agnes Agbotón, nos encontramos frente a una literatura que no es ficción. La dureza de la decisión, el tremendo viaje y “el descubrimiento de la realidad de Eldorado ansiado, es probablemente la culminación de la crueldad del viaje” (pág.159), y después la invisibilidad y la soledad. Es aquí cuando quiero enlazar con el ensayo de Mar García sobre ese “camerunés hispanófono, un “accidente de la migración”, como se le ha denominado a Inongo-vi-Makomé, quien invierte en su obra la escala de valores dominante,”los privilegiados no son los inmigrantes que han conseguido atravesar las fronteras y mezclarse, sino los que reúnen la energía y los medios suficientes para regresar a África” (pág.194)
Literaturas hispanoafricanas: realidades y contextos es un libro sobre literatura que se puede leer de un tirón o poco a poco, a ratos, según el momento. A algunos, a priori, os puede parecer árido, pero no lo es en absoluto, es lo que he intentado deciros. Los textos seleccionados inciden en múltiples cuestiones que pueden alargar vuestros debates interiores (y si os animáis a comentar, también los exteriores) agrandando vuestra perspectiva sobre la literatura. Díaz Narbona continúa en su labor visibilizadora, aumentando la lupa con la que miramos a veces desde algunas esquinas demasiado estrechas y ensanchando el universo de la literatura que proviene de las áfricas con aquellos que han optado por el castellano, el catalán o el gallego (euskaraz ¿oraindik ez?) para expresarse por escrito.
No podemos sino agradecerle que nos siga enriqueciendo.
Ficha:
Título original:Literaturas hispanoafricanas: realidades y contextos (2015)
Jornadas “África imprescindible”. Club de lectura literatura africana, 5, 12 y 19 de noviembre. De 18 a 19:30 horas. Para integrantes del Club de Lectura de Civican
OCTUBRE
Griots. La Casa Encendida. 12 de octubre
Seminario de Literatura africana. Del 2 de octubre al 18 de diciembre. Organiza y coordina: Mar García (profesora de la UAB). Programa: PER QUÈ LLEGIR ELS CLÀSSICS NEGRES_CARTELL
SEPTIEMBRE
Aula Virtual Wiriko. Contiene un módulo de literatura africana. Coordina: Carlos Bajo.
MAYO
Desplazar el centro. Conversación de Ngugi wa Thiong´o con Chema Caballero. Museo Reina Sofía /Madrid. 14/05/2019. 19:00 h.
Visita del escritor Ngugi wa Thiong´o. 16 de mayo. CCB/ Barcelona. En conversación con Laura Huerga.
Comienza el Seminario de literaturas africanas y afrodescendientes de Puny i lletra (Barcelona). Ver programa