Dangarembga, Tsitsi Novela

Condiciones nerviosas- Tsitsi Dangarembga

escanear0030

El casi siempre interesante y original, Enrique Vila-Matas nos ofreció en su obra “Bartebly y compañía” un plantel de “escritores del no”; aquellos escritores que, por diversas razones, un día decidieron no volver a escribir. La lista es larga, pero incompleta (como no podía ser de otro modo). Tsitsi Dangarembga podría aparecer también en el libro de Vila-Matas, ya que, después de haber escrito su primera y exitosa novela, con la que ganó el “Commonwealth Writer´s Prize” y el elogio de Doris Lessing, Condiciones nerviosas (1985),  dejó de escribir durante cerca de veintiún años hasta la aparición de su segunda obra, una secuela de la anterior: The Book of Not (2006). Algunos de los “barteblys” de Vila-Matas mostraban de forma abierta sus razones, otros no. En el caso de Tsitsi Dangarembga podemos llegar a adivinar porqué dejó de escribir.

Durante ese tiempo Dangarembga se había dedicado por completo al cine. Su debut como directora lo hizo con la película “Everyone’s Child” (la primera dirigida por una mujer zimbabwesa negra). En 1993, Dangarembga escribió la historia de la película más taquillera en la historia de su país:”Neria” y en 2006 creó elInternational Images Film Festival for Women” en su país natal. Pero no fue el cine lo que le hizo abandonar la escritura.

“La condición del indígena es una neurosis introducida y mantenida por el colono entre los colonizados, con su consentimiento”.

 (Del Prólogo de Sartre a Los condenados de la tierra de Franz Fanon. Ed.Txalaparta)

Condiciones nerviosas tiene un comienzo impactante: “No me dolió la muerte de mi hermano”. Esta frase la pronuncia Tambu, la protagonista de esta novela semi-biográfica. Estamos en Rhodesia (actual Zimbabue), a finales de los 60 y principios de los 70, bajo el régimen de Ian Smith que supuso un «apartheid» en realidad. Su hermano ha sido el elegido para acceder a una educación que es lo que Tambu más ansía y que le es negada incluso por su propio padre que piensa que no tiene sentido. Para ella es la única manera de salir del entorno de pobreza y no – futuro (el que le corresponde a una mujer, negra, analfabeta y pobre) que la rodea. Por lo tanto, la muerte accidental de su hermano, le brindará la oportunidad de gozar de ese privilegio que su tío Babamukuru, que dirige una misión-escuela quiere darle, “era amable debido a la diferencia“ (p.108).

Tambu entrará en ese mundo, hasta entonces desconocido, que es en el que vive su tío Babamukuru,  poderoso y rico. Comprobará la forma de vida de los que poseen y no tienen de qué preocuparse, lo que a la larga la alejará de su familia, sobre todo de su madre. Pronto, a pesar de rechazarla íntimamente, entablará amistad con su prima Nyasha. Esta es una joven con criterio propio, moderna y con educación inglesa que intenta encajar en un mundo africano que le resulta ajeno. A la vez Tambu se dará cuenta de que su ilustrado tío, a pesar de ser culto y rico y no pobre como su padre, tiene un comportamiento de sumisión hacia la mujer.

Dangarembga conoce bien de cerca esta realidad. Cuando acabó de escribir Condiciones nerviosas no pudo publicarla porque las editoriales de Zimbabwe, que estaban (y están) dirigidas por hombres, se aseguraron, de que no se oyera su voz. Se publicó en 1988 por Women’s Press. “Así que por culpa de la represión silenciosa de mi obra, que sufrí por el hecho de ser mujer, me di cuenta de que tenía que dedicarme a otra cosa”1. Es cierto que se volcó en su carrera cinematográfica, pero tras leer esta frase, ¿no es verdad que se trasluce que la razón por la que estuvo más de veinte años sin escribir fue otra?, ¿que detrás de su decisión de no volver a escribir estaba esa «represión silenciosa» a la que ella alude?. Baterbly, el escribiente de Herman Melville, personaje en el que se basa Vila-Matas para personificar a este tipo de escritores, cuando le conminaban a escribir, contestaba diciendo: “preferiría no hacerlo”. ¿Preferir hacerlo? Cuando no han querido oír tu voz, te han silenciado, ignorado y arrinconado. Y lo mismo le volvió a ocurrir con su segunda novela, veinticinco años después intentó publicarla en su país, pero la bloquearon.

Al igual que ella, Tambu, sabe que ser mujer la pone en una situación desventajosa. “Esto de ser mujer es una pesada carga-dijo-. ¿Cómo podría ser de otra manera? ¿No es la mujer la que se queda embarazada? Si eres mujer, no puedes ir y decidir que hoy quiero esto y mañana aquello, y pasado mañana que quieres recibir una educación” (p.32). Además, Tambu sabe que ser pobre la pone en una doble situación desventajosa. “Babamukuru, yo lo sabía, era diferente. Él no se había encogido  bajo el peso de la pobreza. Valientemente, Babamukuru la había desafiado” (p.84). Al principio, ella cree que la falta de respeto hacia su persona tiene que ver con la pobreza. Cuando se marcha a vivir a la misión de su tío descubrirá lo que es que la vida esté bien, fluya entre limpieza y orden, comodidad y holgura… pero tampoco logres el respeto del todo. Finalmente, Tambu descubre que ser negra la pone en una triple situación desventajosa. Se dará cuenta de su negritud al ingresar en el colegio del Sagrado Corazón donde las africanas duermen aparte. Son los blancos los que le harán ver esa negritud, que antes no existía.”No tuvo nada de sorprendente, dado que en aquel tiempo los blancos eran indulgentes con los jóvenes negros prometedores, siempre y cuando la promesa fuera una promesa pacífica y agradecida, la promesa de aceptar lo que se les diese y no esperasen nada más” (p.173).

El libro fluye en un continuo tira-afloja, Tambu se balancea entre su condición de mujer que lucha por tener voz propia dentro de un mundo donde el hombre la quiere sometida y sin voz, entre su condición de africana, rodeada de un mundo occidental que choca con los valores tradicionales pero que parece a la larga ser el que le propicia un camino por el que avanzar y entre su condición de negra, frente al mundo de los colonizadores que la discrimina por el color de su piel y que intenta imponerle una única historia: la de ellos. Conflictos tradición/modernidad; padres/hijos; blancos/negros; hombre/mujer; dominadores/sometidos… Pero, Tambu no reprocha nada, Dangarembga deja que la narración fluya y nos interrogue, lanza sus frases, escritas sin que sobre nada, para que pensemos y “veamos”: “ ya es desgraciado-dijo, severamente-que un país sea colonizado, pero, ¡cuando la gente también es colonizada¡ Esto es el final, de veras, es el final” (p.236). Su intención es otra; ¿crees que Tambu es feliz porque sonríe?. Cuando nos enfrentamos al otro debemos de intentar mirar en su interior, mirar lo que esconde, sus miedos y sus dilemas. Eso es lo que hace Dangarembga en esta novela; expone sin juzgar.

Tambu percibe la necesidad de tener un criterio propio y no creerse la historia única que muchos quieren hacerle tragar. En última instancia, la educación puede ser  otra manera de querer manipular la mente para llevarla al lugar al que se cree debe ir (no es un tema despreciable el que nos plantea también Tsitsi Dangarembga el peligro de olvidar la propia cultura, como les ocurre a sus primos, mecidos en la cultura inglesa, que son incapaces de recordar la lengua shona, es otro de los subtemas del libro.

Son cuatro los retratos de mujer que nos ofrece esta escritora en esta imprescindible novela (os dejo a vosotras el descubrirlos). Cuatro maneras de intentar salir/o no del apretado corsé en el que los hombres, la sociedad, los prejuicios, a veces ellas mismas, tratan de aprisionarlas.Dangarembga, por su parte, soportó la negación, y volvió a intentarlo. Tras otro parón en cuanto a su escritura, anunció a mediados de año la publicación en 2013 (desconozco si este hecho se ha llegado a producir ya) de la tercera parte de la trilogía: Chronicle of an Indomitable Daughter. Pero en esta ocasión, tras dos rechazos, Dangarembga publicará esta vez, por fin, sí, en Zimbabwe.

El problema, en realidad, no es él, ¿sabes? De veras no lo es. El problema, en realidad, no es él ¿sabes? Quiero decir que en realidad el problema no es la persona. Es todo, está en todas partes. Así que ¿dónde rompes? Tú eres solo una persona, y el problema está en todas partes. Así que, ¿dónde rompes y para ir adónde? No lo sé, Tambu, de veras que no lo sé. Entonces qué tiene que hacer una? No lo sé. (Pág.277)

Ficha:

  • Título original:  Nervous conditions (1985)
  • Idioma: Original: Inglés
  • Traducción al castellano: Icaria Editorial, S.A. con Intermon Oxfam (2010) (1)
  • Traductora: Emili Olcina Aya
  • Imagen de portada: Fotografía de David Reed, Age Fotostok
  • Nº páginas: 325
  • Premios del libro: Premio de Escritores de la Commonwealth y Premio Escandinavo de Literatura

7 comments on “Condiciones nerviosas- Tsitsi Dangarembga